Los submarinos de Monturiol

Dos lecturas me he traído este fin de semana del trabajo. La primera es la directiva marco del agua y su aplicación en aguas marinas litorales (es un marrón, pero de cosas de curro no hablo, por los principios de este blog).

La otra es mucho más agradable y también tiene relación con el mar . Es un librito de 1919 titulado “Narciso Monturiol y la navegación submarina” y tiene el siguiente subtítulo “Juicios Críticos emitidos sobre los importantísimos trabajos realizados por este sabio catalán, coleccionados por el Dr. D. Jeronimo Estrany”. (gracias a Jordi Guiral y a Xavier Aznar que me lo han facilitado, entre otros documentos que incluyen algunas cartas manuscritas de Monturiol, del archivo del puerto de Barcelona).

Réplica del Ictíneo I que se encuentra en la entrada del estupendo Museu Marítim de Barcelona.

Monturiol, que se denominaba a sí mismo inventor, decidió construir una máquina sumergible que pudiera usarse desde la recogida del coral rojo (por entonces, la decada de 1850, debía de ser muy abundante y no como ahora que hay que bajar a cotas de más de 60 metros para encontrar ejemplares minúsculos) hasta para su uso militar. Construyó dos modelos de Ictíneo (que en griego significa nave- pez) que funcionaban perfectamente. Es verdad que ya existían otras experiencias similares (http://www.europa1939.com/documentos/submarino.html) pero el amigo Monturiol quiso llevar mucho más allá de lo conocido en la época. Un muy breve resumen de sus logros con el Ictíneo II:

• Fue el primer submarino de doble casco. Actualmente casi todos son así.
• Control ascensional mediante unas bien llamadas “vejigas natatorias” de forma similar al sistema actual.
• Capacidad para 18 tripulantes (18, espectacular!).
• Profundidad máxima alcanzada de 70 metros.
• Hasta 5 horas de inmersión comprobadas.
• Introdujo en el Ictineo II un motor de vapor para la propulsión por hélices (pensarlo bien, un motor de vapor convencional consume oxígeno en grandes cantidades y el submarino era un espacio estanco muy pequeño).
• Sistema de absorción de CO2 para evitar la intoxicación de los tripulantes.
• Instrumentación para la recogida de coral (unos brazos articulados).
• Incluso era capaz de disparar un cañón casi completamente sumergí do.

El Ictíneo II, o su réplica, que se encuentra
en el Port Vell de Barcelona.
Las replicas se hicieron para la película
"Monturiol, el senyor del mar" de Francesc Bellmunt,
en 1993.

Y todo esto en 1865! sin apenas usar técnicas metalúrgicas en el casco ni electricidad, ambas muy incipientes por entonces. Imaginaos a 18 tipos de la Barceloneta del siglo XIX, dentro de un tubo de madera de roble, con una máquina de vapor funcionando, con velas como método de iluminación de los precisos instrumentos de control y navegando sumergidos por los fondos litorales de Barcelona.

Como es un libro lleno de detalles y aportaciones de primera mano ya haré alguna entrada más sobre los Ictíneos, que bien se lo merecen (y si arreglo mi escaner ya que las ilustraciones son dignas de mostrar). Si quiero destacar algunas cosas brevemente:

• En 9 años de pruebas (en 1859 se botó el Ictineo I y en 1864 el Ictíneo II que duró hasta el final de 1868, hasta que las deudas obligaron a vender los submarinos como leña) y cientos de inmersiones (algunas hasta los 70 metros) no sucedió ningún accidente grave ni nadie resultó muerto durante las pruebas. Y por qué? La seguridad de los tripulantes fue un objetivo prioritario para Monturiol en su invento desde su diseño a las pruebas de inmersión, llegando incluso a hacer estudios fisiológicos para determinar las concentraciones de gases adecuadas en la atmósfera de la nave. Es admirable.
• Se construyó en la misma Barceloneta, en la Maquinista Terrestre y Marítima y en el Nuevo Vulcano, con fondos privados (lamentablemente la ayuda oficial no llegó a tiempo arruinando a muchos por el camino).
• Y por último, la idea de la que surgió todo no fue como aplicación militar sino como herramienta civil para la explotación de los recursos marinos.

Todo un tipo este Narciso Monturiol, que también era de izquierdas siendo incluso perseguido en su juventud por sus ideas progresistas, pero ya eso es otro cantar. Inmersión, inmersión!

SALUT!